Tengo la sensación de que nada va a ser igual.
No sé enamorarme, mi único amor correspondido es el Indie. A veces escribo.
miércoles, 22 de agosto de 2012
Ya queda menos...
...para que acabe el verano, para que llegue Septiembre, ese mes que siempre me ha parecido extraño y no sé del todo por qué. Quizá por el inevitable comienzo del curso que todos los años coincidía con mi cumpleaños, aunque desde que estoy en la Universidad eso ya no pasa, porque empieza varios días después, lo que hace que, inexplicablemente, me resulte más raro aun. También queda menos para que llegue Noviembre, y con él, su lluvia fría, mi querida lluvia de Noviembre, la cual tiene un significado muy especial para mi y solo para mi, solo para mis resquebrajadas y nulas esperanzas de que por fin algo suceda...
lunes, 20 de agosto de 2012
Un sueño.
Era una casa construida en piedra, con los suelos de madera, las paredes y los marcos de las ventanas. Las mesas y las sillas estaban bañadas por el resto del polvo. Un lugar en el que no me sentía sola, un lugar donde me sentía como en casa. Afuera en el jardín, donde plantamos las semillas, había un árbol que era más viejo que yo, las ramas fueron cosidas de color verde, la tierra había crecido y me pasaba por encima de las rodillas. Por las grietas de la piel subía a la cima, escalaba el árbol para ver el mundo. Cuando las ráfagas de viento se acercaban para derribarme, me aferraba a las ramas con tanta fuerza como con la que tú te aferrabas a mi.
Construi esa casa. Para ti, para mi.
Hasta que desapareció de ti, de mi.
Y ahora es el momento de convertirse en polvo.
Construi esa casa. Para ti, para mi.
Hasta que desapareció de ti, de mi.
Y ahora es el momento de convertirse en polvo.
sábado, 18 de agosto de 2012
Comprensión, tal vez.
Bueno, que yo me iba, que ya se me está acabando el verano y siento que todo ha sucedido en menos de lo que dura un suspiro. Ha habido momentos extraños, a la par que emotivos, situaciones tensas y adversas. Mi abuelo ha muerto, y yo he tenido que limitarme a aceptar mis planeadas vacaciones, llevándome su foto en la mochila y usando su recordatorio de fallecimiento como marcapáginas. No me siento satisfecha con todo lo que he vivido en mis vacaciones, pero no sé el porqué, almenos no del todo. Tenía ganas ya de pasar horas muertas en mi querida casita, el problema es que ahora no sé en que emplearlas, fallo técnico.
"Deberías escribir", me dicen ahora. ¿Escribir? ¿Qué escribo? El mundo se está yendo a la mierda y yo no tengo buenas ideas. Mis enagenaciones mentales, tal vez... Ni siquiera sé si sirvo para esto. Antes necesitaba unas vacaciones, ahora no sé que necesito. Comprensión, tal vez.
"Deberías escribir", me dicen ahora. ¿Escribir? ¿Qué escribo? El mundo se está yendo a la mierda y yo no tengo buenas ideas. Mis enagenaciones mentales, tal vez... Ni siquiera sé si sirvo para esto. Antes necesitaba unas vacaciones, ahora no sé que necesito. Comprensión, tal vez.
viernes, 17 de agosto de 2012
Incertidumbre.
Quizás no os conté la historia que ocupa la sed de mi ser. Quizás naufragué entre charcos de lluvia que chapoteé, y volé tan alto que sé que para crecer no basta con creer. Encontré este mundo de piel y papel tan lejos de hoy como ayer. Sacudí mi alfombra de sueños de Odín contemplando mi gran elixir, emitir esta historia que no tiene fin en forma de sonata con piano y violín.
Secuestré las notas más bellas por ti. Lenguaje universal, políglota informal. Decidí que no importa el idioma si sabes sentir. Ví que en mi mundo no quedan palabras para describir la amenaza que alcanza la pobre esperanza que se alza a la caza del triste lamento.
Hoy me quedo aquí, entre tiempos, corcheas, compases y mil sinfonías que habían, vivían en viento,
hoy quiebro mi voz...
Secuestré las notas más bellas por ti. Lenguaje universal, políglota informal. Decidí que no importa el idioma si sabes sentir. Ví que en mi mundo no quedan palabras para describir la amenaza que alcanza la pobre esperanza que se alza a la caza del triste lamento.
Hoy me quedo aquí, entre tiempos, corcheas, compases y mil sinfonías que habían, vivían en viento,
hoy quiebro mi voz...
Somos teatro, viniste a cambiarlo, no a verlo morir. "No lo hago por mí" -le dije al extraño y feliz literato.
Sincero y sensato, sonrió y con sus líneas allí amanecí, junto aquel pizzicato, tiñiendo a colores este mundo gris.
No sé lo que siento, he visto edades tempranas ahogarse en cemento, evitar sufrimientos, aprender a ser joven cuesta mucho tiempo y.. ¿Buscas la verdad? Corres el riesgo de estar junto a ella.
DESPERTAD!
Ordené a los rayos,
se apresuraron gardenias y pájaros,
se alzaron geranios, y varios humanos
yacían en cuerpos robados.
DESPERTAD!
Repetí a las sombras,
MARCHAD!
Es tiempo de cambio.
La escoba se esfuerza,
mas no cabe más guerra debajo de la alfombra.
No sé lo que siento, he visto edades tempranas ahogarse en cemento, evitar sufrimientos, aprender a ser joven cuesta mucho tiempo y.. ¿Buscas la verdad? Corres el riesgo de estar junto a ella.
DESPERTAD!
Ordené a los rayos,
se apresuraron gardenias y pájaros,
se alzaron geranios, y varios humanos
yacían en cuerpos robados.
DESPERTAD!
Repetí a las sombras,
MARCHAD!
Es tiempo de cambio.
La escoba se esfuerza,
mas no cabe más guerra debajo de la alfombra.
David Saiz, un verdadero poeta del rap.
domingo, 5 de agosto de 2012
Abuelo.
Como todo en esta vida tiene que pagarse con dinero, me gustaría comprar una estrella solo para él, para que la disfrute cuando esté allá arriba, si es que existe algo parecido. Quiero pintarle un jardin de estrellas, para que las recoja y les ponga a cada una de ellas nuestros nombres, y nos proteja, sé que estaremos bien. Ahora cada vez que llueva, nieve, granice o salga el arco iris sabré que es él, sabré que se acuerda de mi, y que sabrá que yo me acuerdo de él. Quiero pintarle mil palabras y mil figuritas de hielo y ponérselas en lo alto de una nube, o de porcelana, como a él le gustaban. Se hace duro, pero a la vez estoy tan feliz, porque recuerdo la última vez que me cogió la mano y me sonrió, y eso no se puede pagar con dinero. Pintaría miles de lunas, miles de nubes, miles de cielos de color azul cian, y paisajes de atardeceres. Miles, como los cuadros que él pintó y que valen tanto, que son tan bonitos, preciosos, perfectos.
Cada vez que ría, llore, lea, escriba, dibuje o escuche música pensaré en él.
Cada vez que tenga alguna duda o algún problema pensaré en él.
Cada vez que me acueste por las noches pensaré en él.
Ahora tengo un motivo para seguir adelante y no dudar nunca, y se trata simplemente de un recuerdo.
De su recuerdo.
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