Otro tropezón. Sí, tropiezo una y otra vez, así es mi vida. No gano para tropezones, y no de esos tropezones que te encuentras en la sopa, tampoco esos que me suceden en plena calle cuando voy caminando por un suelo llano. Sí, me tropiezo en llano. Sí, soy una chica patosa, lo has adivinado. No esa clase de tropezones, no. Suelo pensar antes de actuar cuando estoy sobria y suelo actuar antes de pensar cuando estoy ebria. Veréis, esto me causa bastantes problemas -Como a todos, diréis- sí. Vivo en una ciudad bonita, pero aburrida, me gustaría cambiar de aires, y no precisamente por un capricho, es que, veréis... Me ahogo. Me ahoga toda esta situación. Nosé exactamente si cambiar de aires se trata de las costumbres que tienen todos aquellos que me rodean, que no encajan cnmigo, o si significa cambiar de ciudad, de aires literalmente, porque me ahogo, sí. Soy una chica diferente, no lo sabréis, nunca me conoceréis. Todos somos raros, lo sé, pero yo sigo intentando descubrir el por qué de mi maniática, perfeccionista y excéntrica personalidad y sigo intentando descubrir cual es la razón por la cual no se la muestro al resto del mundo. Quizá porque soy egoísta y solo la comparto con quien de verdad me entienda, quizá sí, no sé.
Soy realmente vaga, para todo en verdad, incluso hasta para las cosas que me gusta hacer. Adoro leer y escribir, sin embargo le dedico poco tiempo, menos del que me gustaría. También me gusta andar en bici, pero se está tan agusto en el sofá, ¿Eh? Me gusta el chocolate, la poesía, la palabra y la vida. Odio el alcohol, aunque por algún extraño motivo, lo frecuento muy a menudo. También odio el tabaco, pero fumo. No soy para nada egocéntrica, no me gusta mi cuerpo, pero no tengo reparo en enseñarlo. Adoro a mis amigos, y odio a los hombres, pero a ratos, claro. Me gusta el sexo y las nuevas experiencias.
Soy muy paciente con determinadas cosas, y con otras mi paciencia se resquebraja con facilidad. Me gusta tenerlo todo organizado, me gusta el orden, odio la espontaneidad. Tengo también ciertas manías, fobias y obsesiones: Mi letra ha de ser escrita a la perfección, no sé dormir si no es en mi cama, no sé llenarme de arena en la playa sin ponerme histérica y tengo acrofobia e hidrofobia. Adoro la soledad y el silencio, pero no en exceso. Viajo al cosmos a través de la música, sueño despierta y vivo dormida. La imaginación es una de las capacidades del ser humano que realmente me apasiona, poder imaginar sin prohibiciones.
No existe ni existirá la manera de que comprenda cómo la mayoría de chicas son capaces de salir de su casa impecables y regresar como tal. Yo no soy capaz de maquillarme y peinarme sin que se destroce la obra de arte en menos de una hora. Me gusta viajar en autobús y observar a la gente, el olor a humedad y a lluvia, los paisajes agrestes. También adoro dormir cuando viajo en coche, os parecerá raro, pero para mi es una de las mejores sensaciones en este mundo. No sé cocinar y no sé admitir mis errores, tampoco sé equivocarme, pero, evidentemente, me equivoco.
Otro tropezón, otro de muchos, sí. Ya no sé a que rumbo dirigir mi vida, realmente estoy perdida, más que nunca creo, y esto no me gusta. No me gusta nada de nada, quiero orden, necesito orden.
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