Cuando miro tus ojos puedo ver un amor contenido, sin embargo cuando te tengo, ¿No ves que siento lo mismo? Porque nada dura para siempre, y nosotros sabemos que los corazones pueden cambiar. Hemos estado metidos en esto durante un largo tiempo, siempre tratando de matar el dolor, pero los amantes siempre vienen y van, y nadie está seguro de quien puede irse hoy, o alejarse. Si nos fijamos en todo el tiempo en que hemos estado tratando de poner esto sobre una línea, simplemente podría descansar mi cabeza y saber que eres mío, todo mío. ¿Necesitas tiempo para ti? ¿Necesitas tiempo para estar solo? Todo el mundo necesita tiempo para si mismo. Yo también. Pero si quieres amarme, entonces no te retengas. Porque sé que es difícil mantener un corazón abierto cuando incluso tus amigos parecen lastimarte, pero si simplemente pudieses abrir ese corazón y no esperar que lo destrozasen... ¿Acaso no crees que te encantaría? Y si tus miedos y todas esas sombras permanecen, yo sé que puedes amarme cuando no hay nadie a quien culpar. Asi que no importa la oscuridad, porque siempre podemos encontrar una solución. ¿No piensas que necesitas a alguien? Todo el mundo necesita a alguien... No eres el único.
November Rain.
No sé enamorarme, mi único amor correspondido es el Indie. A veces escribo.
jueves, 22 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
Que nadie sepa lo que es.
Tengo depresión. Bueno, no sé exactamente si llamarlo depresión, tal vez sean nervios, tal vez sean simples cambios de humor o un trastorno de personalidad, solo de pensar que mañana a estar horas estaré en el avión llegando a Miami. Estas dos últimas semanas han sido raras, no diferentes, sino raras. No precisamente porque haya pensado mucho en el viaje que me esperaba, al contrario, no me lo terminaba de creer. Supongo que esto le pasa a todo el mundo cuando hace un viaje tan largo, o eso espero, porque necesito que alguien me explique este hastío. Mi melancolía y yo hemos estado recogiendo mi habitación y haciendo los últimos preparativos todo el día, y ahora me apetecía recapacitar un rato. Una semana en Miami, Florida, Estados Unidos. Eso me espera a partir de mañana a las 14:20, que cogeré el avión, el primer avión en el que subo en toda mi vida. Podría decir que es normal, porque bueno, al ser algo repentino. Algo repentino, sí, que está planeado y organizado desde Diciembre. Ciertamente pasan las horas y aun me quedan cosas por hacer, pero me gustan los retos, ¿Por qué no hacerlas media hora antes de salir hacia Madrid? Creo que necesito un respiro, me ahoga esta situación. Mi único consuelo es que de aqui a mañana no tendré que dormir. Es un alivio, tendría pesadillas y algún que otro viaje astral, los odio. Y en el fondo, puede ser que toda esta sarta de gilipolleces que siento, esta depresión y esta desgana sean porque estaré una semana alejada de él. Esto ya no es ni medio normal.
MariAllanPoe
MariAllanPoe
domingo, 4 de marzo de 2012
Certificado de amistad.
La gente que se casa no es de confianza. ¿Sabes por qué? Porque si realmente eres tan feliz, no necesitas proclamarlo ni transmitirlo por tele. La gente se casa porque es insegura y cree que debe casarse. Así que se están mintiendo entre ellos y a otros. En serio. Piensa en ti y en tus amigas ¿Está bien? Tienes buenas relaciones con ellas, las quieres mucho, ¿Verdad? A algunas las conoces desde hace años, ¿No? Pero no sientes la necesidad de pagarle $45 al estado para que te dé un certificado de amistad.
Simplemente No Te Quiere.
Simplemente No Te Quiere.
viernes, 2 de marzo de 2012
Esa es la diferencia entre tú y yo.
Quizá yo analizo cada detalle, le doy a todo demasiada importancia y me expongo demasiado, pero al menos todavía me importa. ¿Crees que ganaste porque puedes despachar a las mujeres? Quizá no te hieran, ni quedes en ridículo, pero así tampoco te vas a enamorar. Tú no has ganado, estás solo. Quizá haga muchas idioteces pero estoy mucho más cerca de encontrar a alguien que tú.
jueves, 1 de marzo de 2012
Puestos a recordar.
Bien, pues recordemos el mundo que conocíamos cuando aun éramos unos niños o, más bien, ¿Cómo era el mundo cuándo tú y yo nos conocimos? No tan distinto.
Todo comenzó en una estupida excursión de colegio, yo con aires de superioridad y tú con esa timidez tuya que tanto te caracteriza -Después de todo parece ser que no tantas cosas han cambiado-. Y es verdad, sí. Es verdad que tu primer apellido podría ser desastre y el segundo inmadurez, sin tener en cuenta otras cosas a mayores. Sí, es verdad. Pero también es verdad que solo tú consigues alterar mi sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular, de hecho lo manejas a tus anchas, lo sabes hacer divinamente. ¿Sabes qué es lo malo de todo esto? Que no lo haces en el sentido positivo, sino en el negativo: podría ponerme a contar todas las veces que he reído y he llorado por ti, y te aseguro que las segundas ganan por descontado.
Esto me ha hecho plantearme tantas veces si de verdad merece la pena seguir con esto... Esta especie de broma macabra, esta pesadilla que es como un pozo sin fondo, esta locura que sufro por haberte conocido y que me persigue desde hace tres amargos años. Me pregunto si algun día podré despegarme de ti y si ello me beneficiará o me hará volver a verlo todo negro, como lo veía este último mes en el que decidiste gratuitamente arrebatarme lo poco que me quedaba de ti: nuestras conversaciones, nuestros secretos, nuestra canción, nuestro mundo paralelo, nuestro paraíso artificial, aquel en el que nos perdíamos cada noche sin importar nada más. Nada ni nadie. ¿Conversaciones ilógicas, quizá? Sí, pero NUESTRAS.
Y todo lo acontecido hace apenas un mes me ha hecho plantearme una y otra vez si de verdad merece la pena seguir siendo masoquista, me ha hecho replantearme muchas cosas en cuanto a ti, en cuanto a... ¿Nosotros? Si alguna vez ha existido un nosotros, que lo dudo. Después de estos tres años te había visto crecer, por decirlo de alguna forma y, sinceramente, ¿Por que tenía que dejar de hacerlo? No quería. Era demasiado injusto.
Supongo que toda persona humana tiene un límite, y tú no estas lejos de pasarlo. Nada lejos, la verdad.
Si mi primer apellido es paciencia y el segundo comprensión, créeme, dentro de poco pasarán a ser ira y desesperación.
Pero claro, ¿A ti quién te entiende...?
Todo comenzó en una estupida excursión de colegio, yo con aires de superioridad y tú con esa timidez tuya que tanto te caracteriza -Después de todo parece ser que no tantas cosas han cambiado-. Y es verdad, sí. Es verdad que tu primer apellido podría ser desastre y el segundo inmadurez, sin tener en cuenta otras cosas a mayores. Sí, es verdad. Pero también es verdad que solo tú consigues alterar mi sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular, de hecho lo manejas a tus anchas, lo sabes hacer divinamente. ¿Sabes qué es lo malo de todo esto? Que no lo haces en el sentido positivo, sino en el negativo: podría ponerme a contar todas las veces que he reído y he llorado por ti, y te aseguro que las segundas ganan por descontado.
Esto me ha hecho plantearme tantas veces si de verdad merece la pena seguir con esto... Esta especie de broma macabra, esta pesadilla que es como un pozo sin fondo, esta locura que sufro por haberte conocido y que me persigue desde hace tres amargos años. Me pregunto si algun día podré despegarme de ti y si ello me beneficiará o me hará volver a verlo todo negro, como lo veía este último mes en el que decidiste gratuitamente arrebatarme lo poco que me quedaba de ti: nuestras conversaciones, nuestros secretos, nuestra canción, nuestro mundo paralelo, nuestro paraíso artificial, aquel en el que nos perdíamos cada noche sin importar nada más. Nada ni nadie. ¿Conversaciones ilógicas, quizá? Sí, pero NUESTRAS.
Y todo lo acontecido hace apenas un mes me ha hecho plantearme una y otra vez si de verdad merece la pena seguir siendo masoquista, me ha hecho replantearme muchas cosas en cuanto a ti, en cuanto a... ¿Nosotros? Si alguna vez ha existido un nosotros, que lo dudo. Después de estos tres años te había visto crecer, por decirlo de alguna forma y, sinceramente, ¿Por que tenía que dejar de hacerlo? No quería. Era demasiado injusto.
Supongo que toda persona humana tiene un límite, y tú no estas lejos de pasarlo. Nada lejos, la verdad.
Si mi primer apellido es paciencia y el segundo comprensión, créeme, dentro de poco pasarán a ser ira y desesperación.
Pero claro, ¿A ti quién te entiende...?
Creo que después de tantas noches en vela, tantas lágrimas y tantas horas eprdidas ya va siendo hora de tener esas agallas, ya va siendo hora de decirlo...
Adiós.
MariAllanPoe.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
.jpg)