¿Sabes? A mí nunca me han gustado demasiado los cambios. Soy una persona que se aferra demasiado a la rutina, y eso lo veo como un defecto. Por eso, aunque no sea mi naturaleza, intento romperla. Siempre lo hago: escapo, si veo que se me juntan los problemas, o si veo que me ahogo, me voy. También soy muy contradictoria, si no me gusta estar demasiado tiempo en un sitio me voy a otro. "Desconectar", lo llaman. Yo lo llamo huir. Me largo de viaje, y ya está. Hago mil viajes, conozco otras culturas, otra gente, otros idiomas bla, bla, bla.
Ahora es cuando entras tú. Tú, no sé ya como decirlo. Ahora mismo no lo crees, pero te sorprenderías. Tú estás en esa rutina. Si hago un pequeño recuento, en los dos últimos años he hecho dos viajes fuera de España, y ahí has seguido. Sigues dentro de mí, eres lo único de lo que no puedo escapar, lo único. Todos mis problemas se quedan en mi ciudad menos tú, me das la chapa en mi cabeza y estás conmigo todo el santo día y ni tienes que pagar por facturar en el aeropuerto, ni tienes que tragarte las horas de espera, hijo de puta. ¿Es un problema? Supongo, lo parece. El curso que viene me marcho a estudiar a Reino Unido y voy a estar fuera un año. ¿Seguirás en mi cabeza cuando vuelva? Tengo muchísimas ganas de comprobarlo.
Yo antes, ingenua de mí, pensaba que se podía hacer algo. Que podría ser, salir bien. Ahora ya sé que no, que no podrá ser nunca. Por ello pongo tierra de por medAH, perdón, que eso no sirve. A ver, para que lo entiendas. He decidido que ya es hora de acabar con esto. Pero que no te hable no significa que te haya olvidado, que no me importes, no significa que no esté las veinticuatro horas del día pensando en tí, ¿Sabes? El peor sentimiento del mundo es fingir que algo no te importa en absoluto, cuando en realidad es lo único en lo que piensas. Eso es lo que pasa.
Aun así, no hablar contigo ni saber nada de ti no me preocupa en absoluto. Estoy convencida de que, incluso aunque me fuese de aquí años, décadas, qué se yo... Incluso aunque en todo ese tiempo no supiese nada de ti, volvería a encontrarte. Siempre lo hago, siempre. Porque se trata de ti y no de una persona cualquiera, no una persona que pasa por tu vida unos meses y luego se va. No, eres tú, y siempre vuelves (Por desgracia para mí). Aunque ni siquiera tú lo sepas...