viernes, 7 de junio de 2013

Ser quien soy

Pero escribía otra vez, procuraba reportarse, y al cabo la indignación, la franqueza necesaria a su pasión, estallaban por otro lado. Y entonces era él mismo quien aparecía hipócrita, lascivo, engañando al mundo entero. "Sí, sí", decía. "Yo me lo negaba a mí mismo, pero te quería para mí. Quería, allá en el fondo de mis entrañas, sin saberlo (cómo respiro sin pensar en ello); quería poseerte, llegar a enseñarte que el amor, nuestro amor, debía ser lo primero; que lo demás era mentira, cosa de niños, conversación inútil. Que era lo único real, lo único serio el quererme, sobre todo yo a ti, y huir si hacía falta; y arrojar yo la máscara, y la ropa negra. Y ser quien soy, lejos de aquí donde no lo puedo ser".



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