domingo, 16 de septiembre de 2012

Diecinueve

No puedo más. ¿Sigo haciendo como que no me importa? No es así, no me da igual. No me da igual porque estoy dolida. Me da muchísima rabia, que me hayas hecho esto precisamente tú. ¿No lo sabes, no? Lo que duele, que una persona a la que quieres te diga que se acabó, que no quiere hablar más contigo ni saber más de ti; y para colmo me dices al final que me quieres. ¿Sabes qué? Ni siquiera sé si vas a ver esto, probablemente no pero, no me gusta nada, pero nada, recordar este último verano y el anterior y tener que ponerme triste, y pensar en mi Altea, y en Valencia, y que no sean recuerdos bonitos. Una mierda, eso es ahora, una mierda. Me da muchísima rabia, porque las cosas no se hacen asi, las cosas no se arreglan de esta manera joder, si te importa una persona se supone que deberías intentar hacerle el menos daño posible y no esto, esto no. Te necesito y no me importa admitirlo porque es la verdad: no eres prescindible en mi vida. Y si lo eres, entonces explícame por qué me siento tan sola rodeada de tanta gente, ¿quieres? Sigo sin poder creerlo, es surrealista viniendo de ti. Ya ni siquiera te pido que me pidas perdón, quizá no debas hacerlo, me da igual. Hoy es mi cumpleaños y me estás obligando a hacer una entrada triste, ¿Por qué? Porque me faltas.


Me faltas tú, joder...

No hay comentarios:

Publicar un comentario