Eternamente jóvenes.
No sé enamorarme, mi único amor correspondido es el Indie. A veces escribo.
jueves, 24 de noviembre de 2011
Crecer.
Llega un punto en la vida en el que oficialmente, eres adulto. De repente ya eres mayor para votar, beber y tomar parte en actividades de adultos. De repente, la gente espera que seas responsable, serio, un adulto. Crecemos, envejecemos. ¿Pero acaso maduramos de verdad? De cierta manera, crecemos. Formamos familias. Nos casamos, nos divorciamos. Pero la mayoría de veces, seguimos teniendo los mismos problemas que cuando teníamos 15 años. No importa cuánto crezcamos, o cuánto envejezcamos… Siempre estamos tropezando. Cometiendo errores. Siempre estamos haciéndonos preguntas.
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