No encuentro palabras para encajar en una conversación telefónica, no encuentro discursos para encajar en los exámenes, últimamente me da todo tantas vueltas que de buscarme, me he vuelto a perder.
Quiero meter el tiempo en un cajón y sacarlo cada vez que tenga mil cosas que contar, cada vez que se me ocurra algo coherente en lo que emplearlo. Soy perfeccionista, sí. Quiero coherencia. Necesito orden en mis pensamientos, todo es caos, tengo la sensación de que en cuestión de meses el marco en el que encajaba la imagen de mi vida de sueños y fantasía, de repente ha caído y se ha hecho pedazos. Se ha desmoronado.
Y es que por mucho que intente sostener yo sola esta situación, hay veces que echo de menos esas pequeñas cosas que me hacían reír, esos días interminables en los que el tiempo pasaba despacio y me sentía aliviada. Había momentos en los que aparecías y llenabas todo de luz, con solo una frase, una expresión, un contenido, un rasgo de la expresión, qué se yo. La mínima unidad para la expresión en la que todo cobrase sentido.
Necesito poner orden, y no dispongo de todo el tiempo que desearía.
Lo necesito YA.
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